martes, 9 de septiembre de 2008

LHC: ¡A cojer que se termina el mundo! (mañana lo encienden)

Si usted ha leído otros posts puede estar tentado a leer esto en clave surrealista. Y el contenido va a parecer surrealista por momentos, francamente, pero mi intención es absolutamente seria; con el fin del mundo no se jode. Bueno, al menos hoy no yo.

Las noticias científicas de gran envergadura suelen ser una fuente de paja mental infinita, y el LHC es rey en ambos ítems. Primero con todo el jaleo sobre la "partícula de Dios", el big bang y el montón de gansadas que se fueron diciendo en diarios y revistas, muchas veces (todo hay que decirlo) avalados por físicos que dicen ese tipo de cosas a los periodistas porque suponen que nunca nadie entendería de qué se trata, y para qué gastarse. Pero sin duda el premio mayor se lo lleva la histeria provocada por un par de físicos dementes que empezaron a cacarear a los cuatro vientos que el LHC puede destruír el mundo.

Es un fenómeno digno de estudios psicológicos serios: de golpe un tipo con cierta reputación larga una noticia ridículamente bomba, y por unos días o meses puede coleccionar muchos milímetros de prensa y reportajes de TV. Quince minutos de fama. El precio: cuando se hace evidente que era una gansada, el cierto prestigio se desvanece para siempre (y construír cierto prestigio en el ámbito científico no es moco de pavo, es el laburo de una vida) y la fama se reduce a un grupo de chalados que elaboran otra teoría de la conspiración. ¿Qué lleva a alguien a semejante transacción ruinosa? ¿Un momento de hambre? ¿Simple vanidad? Pero responder esto no es la tarea que me propuse. Me interesa en cambio tranquilizar a los cinco o seis lectores que el google traiga hacia acá, y en el interín practicar pa' divulgador científico.

El argumento del par de físicos díscolos es el siguiente. Una de las cosas que podrían llegar a verse en el LHC es la formación de agujeros negros miniatura. Otra es señas de dimensiones extra: puede ser que el Universo que vemos sea una especie de membrana tridimensional en un espacio de cinco o más dimensiones. ¿Puede ser? ¿Son teorías serias? Bueno, pese a lo que se suele creer, pocos tipos son más imaginativos que un físico teórico obligado a publicar tres papers al año, y en este mundo hay miles de ellos. Hace veinte años que no contamos con nuevos datos de aceleradores. Veinte años, a mil físicos teóricos publicando tres papers por año da un total de ¡sesenta mil teorías delirantes! Serias, eso sí, lo que significa simplemente que no las contradice ningún dato experimental. Lo cual equivale a la seriedad del argumento del filme Amadeus: de que todo lo que sabemos de la composición del requiem sea compatible con la historia contada en la peli a que eso sea lo que realmente ocurrió... En fin, hay un trecho. Pero bueno, concedamos eso: puede ser que el Universo sea una membrana tridimensional, puede ser que el LHC produzca agujeros negros, puede ser que Salieri haya matado a Mozart. Entonces salen estos tipos al mejor estilo del copo mala onda de Daniel Paz al aullido de "¿Y si el LHC pincha la membrana? ¿Y si los agujeros negros se fagocitan la Tierra y el Sistema Solar? ¡Moriremos, todos moriremos!"

¡Cuánta soberbia! El LHC, es cierto, es una obra ciclópea. Es una verdadera monstruosidad. Pero... ¡Para la escala humana! ¿Cómo creer que este Universo lleno de estrellas y hasta galaxias que explotan enteras, estrellas de neutrones y estallidos de rayos gamma puede ser destruído por un anillito miserable mucho más chico que Suiza? Pongamos un ejemplo: los observatorios de rayos cósmicos vienen observando desde hace años colisiones en la atmósfera (en la atmósfera terrestre, no en un quasar ni nada remoto) con una energía miles de millones de veces la que se van a producir en el LHC. Y esencialmente idénticas eh: protón contra protón. Un observatorio del área de dos o tres conurbanos bonaerenses como el Pierre Auger ve algunos por año, o sea que en toda la superficie terrestre ocurren anualmente millones de esos eventos. ¡Y la Tierra ya tiene cuatro mil millones de años ligándolos! Si el LHC fuese capaz de pinchar el Universo, o cuanto menos de terminar con la Tierra, o con Suiza, de un agujeronegrazo, simplemente ya habría ocurrido.

Llegado a este punto puede que usted se pregunte por qué tanto jaleo con el LHC si hace rato que se ven eventos mucho más pulenta. Bueno, el LHC es único en que va a producir, artificialmente y bajo condiciones muy controladas, miles de eventos por segundo en un volúmen menor a la millonésima parte de milímetro cúbico. Alrededor de ese punto habrá un instrumental sumamente sofisticado que va a permitir seguir con sumo detalle lo que ocurra en cada evento. El LHC nos va a dar mucho material, por empezar, para descartar casi todas (o tal vez absolutamente todas) las sesenta mil teorías delirantes y vamos a saber qué delirio se ajusta al Universo. Va a dar portadas en los diarios, va a dar libros de divulgación y una buena decena de premios Nobel. Pero ciertamente, no el fin del mundo. A lo sumo aprovéchelo como excusa con el ser objeto de su deseo y pase unas horas bomba.

3 comentarios:

DaFeBa dijo...

Gracias por la explicación. Si no te molesta voy a linkear este post, como para difundir esto.

Ya estoy un poco podrido de las predicciones de fin del mundo, ya sobrevivimos al virus 2000, a la caida de la MIR sobre Europa, y como a una docena de cometas y asteriores que generaron un invierno nuclear.

Monica dijo...

Muy bien señor divulgador!

Al argumento de los rayos cósmicos, claro, le falta el detalle de la luminosidad me decía a mi misma mientras lo leía. Pero te referís a eso en el siguiente párrafo, así que me parece muy bien como queda el texto.

Acá hay alguien más que explora la misma idea :

http://imgs.xkcd.com/comics/turn-on.png

Daniel dijo...

Por supuesto que no me molesta, dafeba.

Y qué cosa con esa tira Moni, ya está todo inventado...