martes, 9 de septiembre de 2008

Sinfoxis (sintaxis poética en tres movimientos)

Presentación (léase con voz de Marcos Mundstock)

Dado que está usted ante un género nuevo (la sintaxis poética) del que esta obra es el primer ejemplo en publicarse, y probablemente el último, he considerado menester un breve exordio a modo de guía. La sintaxis poética comparte con la prosa poética la sonoridad y belleza formal de sus oraciones, pero carece de sus atributos semánticos. O, para decirlo de un modo menos preciso pero más efectivo, la sintaxis poética es el eslabón perdido entre la prosa poética y la escritura de un chimpancé. Este es pues un buen momento para huír despavorido. Si valientemente decide seguir queda usted advertido: no se devane los sesos preguntándose qué significa y déjese llevar por la sensualidad de las palabras. Si en el proceso de lectura en su mente se forman figuras semánticas deberá usted hacerse cargo de ellas, como cuando cree ver en una nube una flor o un oso panda. Apague la música y acomódese en su sillón. Me encantaría poder recomendarle que cierre sus ojos, pero desde luego eso sería una obstrucción irremediable a su lectura.

Track 1: Allegro

Pequeños, elegantes y afrodisíacos. Los mínimos halagos arraigan sales tenues. Corriendo, inflando, cabreando. Al sol se mofa cada estante pletórico de ansias ligeras. No es que busquen en el ripio narices serranas, sino que volando en el ánimo inocuo abanican grietas inocentes. La inocencia se marea, empero, cuando es atravesada por gorriones o pecas, mostrando sus aristas más elementales. Obsérvenlas, remáchenlas al aire remanido del reino falazmente desopilante. O si no, ejerzan grajeas esmeralda sin calor pero con pasión. Yo sigo, no me arrobo, yo soy como las coplas que bajan de los buques alados. Yo sigo y a mis peras no las estudian los enanos. ¿Quién se enturbia si todo es carmesí?

Track 2: Scherzo

Abracadabra, la papa ancha arrasa la masa. Nada pasa, agarrala para aplastar castañas naranjas. Verdes desde que este mequetrefe vende endebles bereberes, inhibís simil vinil todos los osos morochos con gorgojo. Sucundún, sucundún.

Majas desde el infinito coco zulú. Mundo oíme, eperá.

Un suculento morfi, sublime salame macramé, agarrame el carnet. Esperá, andá al cabaret. Verte enervar al dengue harta. Sanata, sanata. ¡Basta! ¡Pará!

Andrés, dios, un anémico ufa evitó hurgar en mi yoghurt.

Ah...

Track 3: Maestoso

Estruendos ásperos y dulces tiñen los amores del mar. No saben que al discurrir inocentemente moldean enormes sueños rocosos como ángeles. Manadas de estaciones alambran la vigilia. Un trueno desliga las pasiones: es el momento de mediar arboledas desgarradas por la ira. ¡Avancen, demonios del delirio! No se mareen disimulando vuestros arbitrios. Avancen, y al rugir contra el marmol ambivalente acunen la nostalgia nacarada que yace en cada cúpula, en cada amanecer gastado. ¡Sientan en vuestras almas estrepitosas las sales implacables del Destino! Cada palmo noctámbulo acrecentado en los reinos impíos es una desolación de dulces soliloquios, dignos del más infame de los edificios. Ni la medicina ni los ministerios serán inoculados desde los cielos. No hay en las coordilleras cómo secar tanto dolor amorfo. Basta. ¡Basta! Caigo ciego de aves nocturnas, quiero que esto merme como los delfines que tejen en las flores. Ya nada puede agregarse.

3 comentarios:

DaFeBa dijo...

Quizás sea la intro Les lutheristica o la sonoridad, pero la sinfoxis es muy cercana a la forma de componer música de algunos artistas. Los creativos logran una buena sinfoxis, y los mediocres logran algo que se parece más a la lista de compras del supermercado.

Daniel dijo...

La analogía musical es definitivamente intencionada. También los nombres de los "movimientos" es propia de las composiciones sinfónicas. "Scherzo" es chiste en italiano, pero tambien es un estilo de movimiento que usaban los compositores románticos.

Monica dijo...

a mi alguien una vez me dijo que Gustavo Cerati había dicho en una entrevista que no había que buscarles demasiado sentido a sus canciones, ya que cuando componía se dejaba llevar por la sesualidad de los sonidos...